Estamos siendo testigos de como en la primera potencia mundial, la justicia imparcial ha dejado de serlo. Se ha transformado en un arma política para perseguir opositores políticos. Tal como sucede en algunos países del tercer mundo o en dictaduras socialistas.
En estos oscuros momentos donde la República está siendo borrada del mapa, Donald exclamó «Estos son tiempos oscuros para nuestra Nación, ya que mi hermosa casa, Mar-A-Lago en Palm Beach, Florida está actualmente sitiada, allanada y ocupada por un gran grupo de agentes del FBI». «Nada como esto ha ocurrido nunca antes a un presidente de los EEUU»; «Después de trabajar y cooperar con las agencias gubernamentales pertinentes, esta incursión no anunciada en mi casa no era necesaria ni apropiada»
En los Estados Unidos Socialistas de Joe Biden han enviado al FBI (la policía política del Supremo Partido Demócrata) a allanar la morada veraniega del expresidente donde éste reside desde que fuera apartado del poder.
Este lunes pasado 8 de agosto, el FBI allanó su mansión en Mar-A-Lago, en una orden pedida por el Secretario de Justicia de Biden el ultraglobalista Merrick Garland.
Otro ultraglobalista, el juez Bruce Reinhart firmó la orden. La abogada de Trump, Christina Bobb , le dijo a POLITICO que el juez magistrado Bruce Reinhart firmó la orden y que los agentes sacaron alrededor de una docena de cajas de materiales de la propiedad. Se dijo que Bobb estuvo presente en el momento en que el FBI realizó la búsqueda.
El prontuario de Bruce revela que renunció a su trabajo como fiscal federal en 2008 y se fue a trabajar para el espía y delincuente sexual de menores Jeffrey Epstein (otro ultraglobalista), representando a sus pilotos y otros empleados como una programadora llamada Sarah Kellen, según el Miami Herald.
Según «La derecha diario» Reinhart pasó diez años como el principal abogado de Epstein, mientras lideraba la red de pedofilia más grande del mundo.
Exacto, no era una teoría conspirativa, es algo probado en la justicia.
Reinhart representó en varios casos a los pilotos del avión privado de Epstein llamado «Lolita Express», que utilizaba para transportar a sus «amigos» hacia su isla privada en el caribe, donde sucedían los encuentros sexuales con menores, y a quienes luego extorsionaba para tenerlos en sus manos.
A esa Isla fueron numerosas personalidades principalmente los Clinton.
Muchas mujeres demandaron a Epstein por los abusos sexuales, por lo que fue condenado por la justicia. Una mujer, de las más famosas denunciantes, fue Virginia Giuffre, afirmó que Epstein y Ghislaine Maxwell (su novia), la habían prostituido contra su voluntad para que tuviera citas sexuales con hombres poderosos, incluido el príncipe Andrew del Reino Unido, con quien tiene una demanda abierta. Maxwell fue arrestada en una finca de New Hampshire, y fue llevada a juicio, donde se la declaró culpable y fue condenada a 20 años de prisión.
En limpio, por un lado tenemos a progres globalistas como: Obama, Biden, Clinton, el príncipe Andrew, Garland, Reinhart, Epstein, Maxwell, el FBI y la prensa, y por otro lado a Trump soportando otro golpe más por su reciente rebelión patriótica de 4 años en la cima de la primera potencia mundial.
¿Éste es un nuevo golpe del Estado Profundo en venganza contra TRUMP? Recordemos que fue en el 2019 -durante el mandato de Trump- donde Epstein fue neutralizado definitivamente (una figura clave del esquema de poder de la elite).
Recordemos, los fiscales federales en Nueva York revivieron el caso contra Epstein por orden de la Casa Blanca de Trump, después de que las historias del Miami Herald en 2018 atrajeran nueva atención a sus crímenes. Fue arrestado en 2019, y apareció suicidado en su celda un mes después.
Lejos de abandonar la lucha, el Estado Profundo refuerza su ataque contra el único presidente que puso en jaque su hegemonía. A pesar de toda esta evidencia, hay quienes creen -sin fundamentos- que Trump es «parte de la elite» global.
Nunca en la historia de los EEUU el FBI allanó una residencia privada de un expresidente. Es un escándalo, un golpe brutal al orden democrático.
Durante los últimos años la industria cultural y desinformativa de los medios masivos, han querido enlodar la imagen de Trump asociándola a la de Epstein, sin embargo la relación de ambos terminó hace más de 20 años, mucho antes del accionar delictivo de éste.
La realidad describe algo bien diferente, Epstein fue principalmente socio de los Clinton y Bill Gates. Bajo los demócratas el delincuente gozó de la impunidad brindada «desde arriba». En cambio bajo Trump cayó en la cárcel y se «suicidó» en ella. Es decir, fue absolutamente neutralizado.
“No hay forma de que el FBI allane la casa de Trump sin la aprobación del fiscal general, porque esa no es una decisión que ni siquiera el fiscal general adjunto está facultado para tomar”, dijo En una declaración a Newsweek , el abogado litigante y exfiscal federal Neama Rahmani. “Estamos hablando del expresidente, así que es un polvorín político”.
Es importante tener en cuenta que la redada no significa que los cargos penales sean inminentes, ya que la carga de la prueba requerida para firmar una orden de allanamiento es menor que la carga de la prueba requerida para presentar cargos penales. Todavía no esta claro que es lo que buscan.
Pero todo hace suponer que así como el Estado Profundo inventó la farsa del Rusiagate para realizar un golpe de estado blando -por cierto fallido-, contra Trump cuando estaba en el poder, volverán a intentar algo ahora, para desactivar su candidatura en el 2024.
No importa si es real o no. Lo importante es que «parezca culpable de algo». Hay la suficiente cantidad de rebaño demócrata lleno de odio predispuesto a creer cualquier engaño de la prensa.
Trump acusó la redada en su centro vacacional de Mar-a-Lago de ser una «mala conducta de la fiscalía», una «armamentización del sistema de justicia» y un «ataque de los demócratas radicales de izquierda que desesperadamente no quieren que me postule para las elecciones presidenciales en 2024».
“Tal asalto solo podría tener lugar en países del Tercer Mundo quebrantados. Lamentablemente, Estados Unidos ahora se ha convertido en uno de esos países, corrupto a un nivel nunca antes visto”, dijo Trump.
«¡Incluso irrumpieron en mi caja fuerte! ¿Cuál es la diferencia entre esto y Watergate, donde los operativos irrumpieron en el Comité Nacional Demócrata? Aquí, al revés, los demócratas irrumpieron en la casa del 45º presidente de los Estados Unidos».