Hungría, nación que a pesar de la intromisión política de la UE hace cuánto puede por sostener su modelo conservador, tiene previsto celebrar un referéndum sobre la «Ley de Protección de Menores» en las escuelas, el próximo 3 de abril, junto con las elecciones parlamentarias.
Tanto InfoCatolica como FSSPX.Actualités informaron que el pasado 11 de enero, János Áder, presidente de Hungría, convocó elecciones generales para el 3 de abril; en ese contexto es que el actual primer ministro, Viktor Orbán, aspira a un cuarto mandato consecutivo si gana su partido, Fidesz, como a promover un referéndum en defensa de la sana infancia.
La Ley de Protección de Menores tiene como objetivo evitar el adoctrinamiento de los menores en razón de la Agenda LGBT (propaganda hedonista, cambio de sexo, hipersexualización infantil); lo que se busca es brindar recursos jurídicos a los padres para que puedan educar a sus hijos conforme al orden natural y moral. Ejemplo concreto que muestran las fuentes, se da en el proyecto de ley que abarca al sector educativo y establece que las clases de educación sexual en las escuelas «no pueden estar diseñadas para promover la segregación de los sexos, la reasignación de género o la homosexualidad» (cita textual a responsabilidad de la fuente mencionada).
Esto se especula que es una respuesta política a la ingerencia de la U.E. sobre la soberanía de Hungría. En julio de 2021, Viktor Orbán anunciando su futuro referéndum dijo: «Quieren que los activistas LGBT tengan acceso libre a nuestras escuelas y jardines de infancia, y eso no sucederá». El propio primer ministro también confirmó que el referéndum previsto tendrá lugar el mismo día que las elecciones legislativas. En cierto modo, vinculó su destino político a esta consulta, donde coincide su búsqueda de consolidación en Hungría, tanto en el cargo como en el modelo de nación al que se aspira.
El impulso político húngaro es clara muestra de las apetencias que posee su espacio por reestablecer la razón y el orden natural en su nación. Sin embargo, válido es considerar que el referéndum que tanto preocupa a la Unión Europa tiene ciertamente un sinfín de detractores; el mayor temor de los ideólogos del progresismo es que el resto de naciones europeas comienza a emular el sentir soberano de Hungría. A causa de lo antes mencionado es que ya se han planteado objeciones. Se han interpuesto distintos recursos contra la celebración del mismo que han sido examinados por el Tribunal Constitucional de Hungría. Este último rechazó recientemente todos estos recursos al considerar que es materia de decisión política que escapa a la competencia judicial; en ese sentido se dictaminó que su aprobación debe ser validada por el Parlamento en acuerdo con la Carta Magna de su nación.
«Los ciudadanos húngaros pueden tomar decisiones sobre cuestiones que tienen un impacto directo en sus vidas o las vidas de sus hijos, como la educación sexual infantil, la promoción de la cirugía de reasignación sexual y el contenido de los medios», comentó el instituto de investigación y análisis legal Alapjogokért, ello según informó InfoCatolica y FSSPX.Actualités. Sería interesante que cada lector pueda posicionarse en el lugar de un padre de familia promedio y pensar qué tipo de educación desea realmente para sus hijos. Qué mejor que simplemente responder las preguntas que han sido formuladas dentro del proyecto para que cada ciudadano pueda emitir su voluntad:
1- ¿Está a favor de la organización de sesiones de orientación sexual para menores en las escuelas públicas sin el consentimiento de los padres?
2– ¿Está a favor de la promoción de tratamientos de reasignación de sexo para menores?
3– ¿Está a favor de que los menores tengan acceso a tratamientos de reasignación de sexo?
4– ¿Está a favor de la exposición sin restricción de los menores a contenidos mediáticos de carácter sexual que afecten su desarrollo?
5– ¿Está a favor de la filtración de contenido mediático sobre la reasignación de sexo?