La alcaldesa de Alqosh denuncia que milicias chiitas están exigiendo sobornos, participaciones en empresas, y expulsando sistemáticamente a los cristianos que no pueden o no están dispuestos a “pagar para quedarse”[1]. Esta “estrategia selectiva” no es sólo un síntoma de la descristianización del mundo, sino un ataque directo a la presencia cristiana milenaria que ha hecho de esta región una de las cunas vivas del cristianismo. Que una comunidad tan antigua decaiga, equivale a perder un fragmento irreemplazable de la Historia y de la civilización cristiana en su diálogo con Oriente.
El relato evidencia que tras la derrota territorial de ISIS[2], lo que ha surgido no es necesariamente una paz estable sino nuevas formas de dominación donde milicias que controlan la administración local, socavan los derechos de los ciudadanos cristianos, y usan la religión mayoritaria como instrumento de poder[3]. Ciertamente que un buen gobierno no discrimina a los ciudadanos por su fe, sino que los protege, y esta falta de protección muestra una grave falla del Estado de derecho. La libertad religiosa como pilar de la convivencia social y del buen orden es lo que aquella región directamente no existe.
Los datos son alarmantes por cuanto muestran que la comunidad cristiana cayó de aproximadamente 1,5 millones antes de 2003 a unos 200-300 000 según la alcaldesa de Alqosh. “Según esta mujer de 43 años, los chiitas tomaron el control de numerosas regiones tras la caída del Daesh. «Dominan los consejos locales, las administraciones y las estructuras de seguridad. Sus representantes ocupan puestos en los consejos municipales y toman decisiones que perjudican deliberadamente a los cristianos», con el fin de debilitar la presencia cristiana, antes fuerte, en la llanura de Nínive. Lara Youssif Zara cree que los últimos cristianos abandonarán Irak si la situación no mejora. Según sus datos, ya solo quedan entre 200,000 y 300,000 en este país de Oriente Próximo. Se estima que antes del inicio de la guerra de Irak liderada por Estados Unidos en 2003 y los disturbios que le siguieron, aún quedaban hasta 1.5 millones. «Si desaparecemos, desaparecerá una parte de la historia mundial y, con nosotros, una parte de la humanidad», afirma. La alcaldesa de Alqosh desearía que la comunidad internacional ofreciera más protección y ejerciera más presión sobre Bagdad. «Necesitamos observadores internacionales durante las elecciones, apoyo político y ayuda humanitaria»”[4].
Ese éxodo no es sólo demográfico, sino que es un empobrecimiento cultural, espiritual y civilizatorio; por ello la alcaldesa pidió observadores internacionales, apoyo político y ayuda humanitaria. Se ve aquí una doble responsabilidad, por un lado, las potencias occidentales que proclaman derechos humanos no pueden mirar hacia otro lado ante el genocidio lento de los cristianos; por otro, las comunidades eclesiales occidentales tienen un deber de solidaridad concreta (espiritual, diplomática y material) con sus hermanos en Oriente. Implicarse es parte de la misión de la Iglesia y de la civilización cristiana que dice valorar la dignidad de todo ser humano[5].
En verdad un gobierno medianamente serio debería reivindicar marcos legales que protejan a las minorías religiosas y su libre ejercicio en Irak y la región. Además es necesario apoyar iniciativas que fortalezcan la seguridad, no sólo ante el terrorismo, sino ante el control de milicias que actúan fuera del Estado. Se suma como clave el fomentar la reconstrucción de comunidades cristianas mediante inversión, educación y acompañamiento cultural, para que no sean simplemente víctimas, sino actores en la revitalización de su tierra natal.
La denuncia del alcalde de Alqosh expone que lo que está en juego no es sólo la suerte de unas familias cristianas en Irak, sino la continuidad de una herencia civilizatoria y espiritual fundamental. Para quienes creemos que la fe cristiana es parte del tejido moral de la sociedad, este suceso es una muestra más de la incompatibilidad entre la Fe verdadera y el islam.
[1] Fuente: https://www.fides.org/en/news/75279-ASIA_IRAQ_Patriarch_Sako_on_the_expulsion_of_Christians_from_the_Nineveh_Plain_ten_years_ago_The_collective_tragedy_is_still_ingrained_in_people_s_minds
[2] Fuente: https://www.wilsoncenter.org/article/10-years-after-isis-genocide-christians-are-under-threat
[3] Fuente: https://www.christiandaily.com/news/christians-are-squeezed-like-never-before-in-the-middle-east-and-north-africa
[4] Fuente: https://fsspx.news/es/news/irak-el-alcalde-alqosh-denuncia-la-expulsion-selectiva-los-cristianos-55449
[5] Fuente: https://www.vaticannews.va/en/pope/news/2025-01/pope-we-cannot-imagine-iraq-without-christians.html




