En su más reciente iniciativa, Donald Trump ha anunciado[1] un pacto con empresas farmacéuticas para reducir drásticamente el costo de la fertilización in vitro (FIV) en Estados Unidos, lo que a primera vista se presenta como un gesto “pro-familia”, pero que desde una mirada realista es simplemente una atrocidad[2]. El mensaje oficial alaba esta medida como una “victoria histórica para las mujeres, madres y familias” y un prometido acceso mayor al “milagro de la vida” para millones que enfrentan la infertilidad; sin embargo, en genuina expresión de hipocresía, al adoptar el lenguaje y los incentivos de la industria eugenésica, esta política manifiesta que la vida humana, en su estadio más frágil (el embrión), se inserta en un circuito técnico-comercial, perdiendo así su dignidad frente a su valor mercantilizado.
Ciertamente que la FIV no opera únicamente como “ayuda” a la infertilidad, sino que suma inevitablemente un número significativo de embriones “excedentes”, los cuales son creados con fines reproductivos, pero que luego pueden ser descartados, congelados indefinidamente o utilizados como objetos de selección. Por ello es que aquí no estamos ante un mero tratamiento médico benigno, sino ante un procedimiento que instrumentaliza la vida humana embrionaria, tratándola como mercancía o residuo técnico. Además, al simplificar y abaratar la FIV con un discurso pro-familia, se corre el riesgo de legitimar culturalmente que el “derecho al hijo” pase por la vía puramente técnica, regulación del mercado, y políticas públicas que subvencionan la infertilidad consumista; es decir, las personas se convierten en unidades de producción y consumo durante la juventud para que luego, ese deseo natural de formar familia, se pueda satisfacer simplemente comprando una vida humana. Esto se inserta firme en la lógica del “nuevo orden” biotecnológico donde todo, incluso la procreación, es sujeto de optimización, mercado y agencia estatal-corporativa. La retórica “pro-familia” aquí se convierte, paradójicamente, en un vector hacia la subordinación de la vida humana a un sistema de producción reproductiva.
Si la consideración ética del embrión como persona queda relegada al fondo, el ideal pro-vida no se cumple; finalmente todo se sustituye por un ideal pro-técnica. Nuestra realidad es que ya se comercializa la identidad, se “tokeniza” la naturaleza y se prepara “estructuras humanas 2.0”; nuestra realidad es la fecundación in vitro es otro paso más hacia una civilización donde el ser humano deviene producto y la vida prenatal es simplemente una cuestión de consumo y logística. Vale recordar que en los ciclos de FIV se suele fecundar múltiples ovocitos para obtener varios embriones porque la tasa de implantación, desarrollo y nacimiento es relativamente baja. Esto implica que muchos embriones nunca serán usados para transferencia[3]. Por ejemplo, un análisis periodístico cita que para lograr un bebé suelen requerirse tres o más embriones[4]. Tampoco se puede ignorar que los laboratorios de FIV evalúan los embriones generados según su desarrollo (etapa de mórula o blastocisto), su morfología, su genética (cuando se realiza prueba como PGT-A) y su potencial de implantación. Muchos embriones se descartan o nunca se usan porque se consideran de “baja calidad” o con anomalías cromosómicas o desarrollo deficiente. Un estudio encontró, por ejemplo, que embriones clínicamente descartados mostraban con frecuencia pérdidas o ganancias cromosómicas completas o segmentales[5]. Súmese que muchos embriones no transferidos se congelan (“vitrificación”), para uso futuro o como “seguro”. Pero nunca todos esos embriones se usan. Un estudio mostró que de los que consignan disposición final, más del 50 % eligen descartarlos cuando deciden no seguir usándolos[6].
Nuevamente, la FIV no es PROVIDA.
[1] Fuente: https://x.com/whitehouse/status/1978949314618577148?s=51
[2] Fuente: https://www.whitehouse.gov/fact-sheets/2025/10/fact-sheet-president-donald-j-trump-announces-actions-to-lower-costs-and-expand-access-to-in-vitro-fertilization-ivf-and-high-quality-fertility-care/
[3] Fuente: https://www.dailymail.co.uk/news/article-2255107/1-7-million-embryos-created-IVF-thrown-away-just-7-cent-lead-pregnancy.html
[4] Fuente: https://www.axios.com/2024/03/03/ivf-alabama-embryos-discard-why
[5] Fuente: https://www.nature.com/articles/srep23995
[6] Fuente: https://pmc.ncbi.nlm.nih.gov/articles/PMC7642147/




