
Funcionarios ucranianos y analistas militares han advertido que las fuerzas rusas están preparando una nueva ofensiva en las próximas semanas, con el objetivo de intensificar la presión sobre Ucrania y fortalecer la posición de Moscú en posibles negociaciones de alto el fuego.
Afirman que el avance previsto podría llevar al Presidente ruso, Vladimir Putin, a retrasar las conversaciones de paz a favor de buscar mayores ganancias territoriales, dijeron funcionarios ucranianos.
Reiteraron afirmaciones de larga data de que Rusia no tiene un interés genuino en entablar negociaciones significativas para poner fin a la guerra.
A medida que se acerca la temporada de combates de primavera, los analistas y comandantes militares informan que el Kremlin está planeando un asalto en múltiples frentes a lo largo de los 1.000 kilómetros de la línea del frente.
Volodymyr Zelensky, citando información de inteligencia, dijo que las fuerzas rusas están preparando nuevas ofensivas en las regiones nororientales de Sumy y Kharkiv, así como en Zaporizhzhia.
A propósito de ello, se informó que Donald Trump ha amenazado con imponer aranceles adicionales al petróleo ruso si Moscú dificulta las negociaciones para alcanzar un alto el fuego en Ucrania. Esta medida busca presionar a Rusia para que colabore en la resolución del conflicto.
“Estaba muy enojado —molesto— cuando Putin comenzó a cuestionar la credibilidad de Zelensky, porque eso no va en la dirección correcta, ¿entiendes?”, dijo Trump en una entrevista con Kristen Welker, presentadora de “Meet the Press”, en referencia a los comentarios del líder ruso la semana pasada en los que sugirió que Ucrania sea puesta bajo una “administración temporal” mientras las dos naciones trabajan hacia un acuerdo.
Mientras tanto, Rusia lanzó un ataque masivo durante la noche pasada contra Ucrania, matando al menos a cuatro personas e hiriendo a 36, según las autoridades locales.
El ataque en la ciudad oriental de Dnipro causó la muerte de cuatro personas y heridas a otras 21. El asalto también provocó un incendio a gran escala en un complejo de restaurantes, informaron las autoridades.
La Fuerza Aérea de Ucrania informó que Moscú lanzó 172 ataques con drones, incluyendo drones señuelo, entre el viernes y el sábado. De estos, 94 fueron derribados y 69 desaparecieron de los radares, según el comunicado.
Se registraron ataques adicionales en las regiones de Sumy, Kherson y Kharkiv.
Se ha observado que Rusia está implementando nuevas tecnologías en el conflicto. Por ejemplo, han comenzado a utilizar drones bomba controlados por cables de fibra óptica, lo que les permite evitar las interferencias de la guerra electrónica y mantener una conexión estable durante el vuelo.
Zelensky anunció el viernes durante una conferencia de prensa en Kiev que Ucrania ha conseguido acuerdos con varios países de la UE para mejorar sus capacidades de inteligencia, incluido el acceso a «tecnologías y satélites relevantes».
Aunque Zelensky no especificó qué países de la UE están involucrados, confirmó que Francia y Gran Bretaña participarán en una próxima reunión en Ucrania, que se espera que tenga lugar «dentro de la semana».
Afirmó que «Francia, Gran Bretaña y Ucrania definitivamente estarán allí».
En el mismo comunicado, Zelenski confirmó la presencia de tropas ucranianas en la región rusa de Briansk. Afirmó que las fuerzas ucranianas habían tomado las medidas pertinentes cerca de la región rusa de Kursk para dispersar y desestabilizar la concentración de tropas rusas.
El viernes, Kiev anunció que había recibido los cuerpos de 909 soldados muertos en combate, la mayor repatriación de tropas caídas desde que comenzó la guerra.
En una publicación en las redes sociales, el Cuartel General de Coordinación para el Tratamiento de los Prisioneros de Guerra informó: «Los cuerpos de 909 defensores caídos fueron devueltos a Ucrania».
Mientras tanto, el Ministerio de Defensa de Rusia informó en su canal de Telegram que entre el viernes y el sábado por la mañana hubo ataques ucranianos contra su infraestructura energética.