«Kiev ha lanzado un ataque con misiles de largo alcance contra instalaciones militares ubicadas en territorio ruso reconocido internacionalmente», comenzó diciendo su discurso televisado. Confirmó que los misiles Storm Shadow de fabricación británica y los HIMARS de fabricación estadounidense fueron disparados contra objetivos ubicados en las regiones de Bryansk y Kursk.
Según Putin, esta acción podría convertir el conflicto en Ucrania en una guerra global. «El conflicto regional en Ucrania, instigado por Occidente, ha adquirido elementos de una guerra global», explicó Putin, y señaló que estos sistemas no pueden utilizarse sin la participación operativa directa de especialistas militares occidentales.
Pero continuó afirmando que los misiles occidentales que se dirigían hacia allí fueron interceptados por las defensas rusas. «Los objetivos que aparentemente se habían fijado los enemigos no se han logrado». Sugirió que algunos miembros del personal del centro de mando en Kursk habían resultado heridos, pero señaló que el centro sigue funcionando a pleno rendimiento.
«El uso de este tipo de armas por parte del enemigo no puede influir en el curso de la situación en la zona de operaciones militares especiales», subrayó Putin, quien también afirmó que fue un gran error que EEUU se retirara en 2019 del Tratado sobre Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio (INF).
También afirmó que ningún sistema occidental puede contrarrestar los nuevos misiles rusos, que se exhibieron ese mismo día. Los funcionarios estadounidenses dicen que parece ser un nuevo misil balístico de alcance intermedio y no un ICBM el que apuntó a la ciudad central de Dnipro y Vladimir Putin ordenó este viernes iniciar la producción en serie de este misil, llamado “Oreshnik” (“avellano” en ruso), y seguir realizando con él pruebas “en condiciones de combate”.
Se trata de un misil balístico “de alcance medio”, lo que implica que puede alcanzar objetivos en un rango de 3.000 y 5.500 km. “Oreshnik” no entra en la categoría de misiles intercontinentales (que pueden alcanzar objetivos a más de 5.500 km), pero si se dispara desde el Extremo Oriente ruso, podría alcanzar la costa oeste de EEUU.
Según Putin, el disparo fue una prueba en condición de combate, lo que significa que el arma aún está en fase de desarrollo.
¿Pueden las cosas calmarse antes de que Trump asuma el cargo, o Zelensky y Occidente se arriesgarán a una confrontación mayor, que probablemente desataría misiles hipersónicos rusos o incluso un arma nuclear táctica? Se trata, en efecto, de un deslizamiento ultra peligroso.




