El reclamo de Flavia Ochoa, de 39 años, oriunda de Coronel Moldes, sur de la provincia de Córdoba, se inició primero en un trámite administrativo ante el Ministerio de Salud. Sin conseguir respuestas, llegó a la Justicia Federal de Río Cuarto, donde además se busca que se declare la inconstitucionalidad de uno de los artículos de la Ley de Vacunas para generar inmunidad contra el COVID por las condiciones de indemnidad patrimonial respecto de indemnizaciones.
“La inoculación fue producto de la gran presión social, laboral, de los medios de comunicación y coacción ejercida desde el mismo ESTADO, pues no tuve otra opción que inocularme, de lo contrario perdía mi trabajo”, afirma la demanda. “Confíe en el consejo de los ‘expertos’, por esa errónea decisión de inocularme, perdí mucho más que mi trabajo, me arrebataron la vida, soy madre de un nene de 5 años, jamás fui informada y tampoco se me advirtió que podría sufrir efectos adversos, como asimismo de los riesgos /beneficios de la inoculación, no hubo un verdadero consentimiento de mi parte, solamente nula información y coacción”.
Según se sostuvo, “el llamado pasaporte sanitario fue lisa y llanamente un instrumento de intimidación en los términos del Art. 276 C.C.C.”. Y agregó: “Así, en ese contexto me inoculé una droga experimental que posee cláusula de indemnidad patrimonial y confidencialidad del contenido de los viales, pues la primera impide acciones contra sus fabricantes, la segunda conocer acabadamente el contenido de los viales, se violó flagrantemente mi consentimiento informado, se me acorraló entre dos opciones, o me inoculaba o caso contrario se me decretaba la muerte civil”.
La vacunación le provocó secuelas físicas severas, incluidas las asociadas con el Síndrome de Guillain-Barré, que le impiden llevar una vida normal.
Esto se produce apenas una semana después de que el laboratorio inglés anunciara la suspensión de la comercialización de su vacuna en Europa.
En declaraciones al programa Telenoche, el abogado de Ochoa, Pablo Roca, explicó que su cliente recibió la tercera dosis de la vacuna de AstraZeneca el 4 de enero de 2022. «De inmediato le causó un efecto adverso que desembocó en un daño que hasta hoy padece».
Según el abogado, los síntomas iniciales incluyeron calambres en las piernas y la incapacidad de mantenerse en pie, lo que llevó a su hospitalización.
Roca detalló que su cliente tramitó una jubilación por invalidez. «Se determinó que tiene el 75% de incapacidad laboral. En todos los estudios clínicos establecieron el nexo causal entre la vacunación y el efecto adverso», resaltó.