Cofundado a principios de 2019 por Julien Laurencon (Frances) y Francois Nolet (Belga), el proyecto, afirman, nace en Córdoba, para dar solución a tres problemas:
- Primero, el alto volumen de desperdicios alimenticios que representa un 40% entre productor y consumidor.
- Segundo, la creciente demanda de proteína animal, que prevé aumentar un 70% para el 2050.
- Tercero, el empobrecimiento de los suelos y la pérdida de biodiversidad.
En septiembre del año 2020 la empresa se instaló en Balcarce, por el convenio firmado con Mc Cain S.A. instalada en la ciudad. Asimismo, la ubicación estratégica de Balcarce, en el centro de la zona papera más importante del país, su nivel de desarrollo en el agro y su empuje hacia la innovación favorecieron la decisión estratégica de Procens.
Se trata de una industria circular porque tiene su base en el reciclado de desperdicios alimenticios, alimentando larvas de una mosca autóctona que se llama soldado-negra (Hermetia illucens). En solamente 12 días multiplican su peso por 10 mil biodegradando diariamente la mezcla de desperdicios con los que se alimentan, cumpliendo una función similar a la de un compost a escala industrial.
Desde la compañía resaltan que se hallan en la última etapa de su proceso para certificarse como empresa B en 2024, una calificación destinada a emprendimientos denegocios completos, es decir que incluyen todas las áreas de gestión de dicha empresa. No es posible acceder a esa certificación de manera individual para sus divisiones, marcas, departamentos o empresas que no tengan el control de su producto o servicio.